Parece que las emociones fueran independientes. La realidad es que todas pertenecen a ese amplio espectro de emociones humanas que se interconectan. Por ejemplo, es posible que cuando experimentemos estrés, ese estrés, nos lleve a reaccionar de manera agresiva o impulsiva. En ocasiones, situaciones que generan intensa rabia, posteriormente, pueden producir tristeza debido a la sensación de impotencia.

A la larga, vivimos en un carrusel emocional que se alterna entre diferentes estados en un solo día.

Con frecuencia no somos conscientes de cómo y cuánto influyen en nosotros. Pensamos que nuestras reacciones son consecuencia de las situaciones o de los comportamientos de otros y no notamos que son patrones: reaccionamos casi siempre de la misma manera.

Por ejemplo: de la ira podemos pasar a la tristeza y luego pasar a la culpa. De la preocupación y el miedo, podemos pasar a la incertidumbre y experimentar ansiedad. Al final, podemos sentirnos mal por creer que no sabemos cómo manejar las situaciones.

Muchas veces, queriendo controlar las situaciones, pensamos que siendo muy autocríticos podemos manejar nuestras emociones de manera efectiva. Sin embargo, no es recomendable tratar de eliminar, ignorar o evadir la emoción. Al hacerlo, tenemos resultados contraproducentes y perjudiciales para la salud mental y el bienestar.

Ignorar las emociones fuertes puede hacer que se acumulen y con el tiempo se conviertan en un problema más grande. No expresarlas puede manifestarse físicamente (dolores de cabeza, problemas digestivos, etc.) o se traducen en comportamientos inapropiados.

La buena noticia es que podemos aprender a manejar las emociones sanamente.

8 formas prácticas para cultivar un mayor equilibrio emocional:

  1. Descubrir formas constructivas de expresión a través de:

a. La comunicación: puedes conversar con personas con quienes te sientas seguro. La comunicación abierta puede ayudar a resolver conflictos y reducir tensiones.

b. La escritura: Puedes escribir en un diario tus pensamientos, tus sensaciones, tus emociones.

c. La práctica de una disciplina deportiva de tu preferencia o ir al gym: porque te ayuda a liberar toxinas y segregar sustancias como la dopamina que ayudan a canalizar mejor las emociones.

  1. Reconocer, comprender y aceptar las emociones. Para ello, es importante desarrollar conciencia emocional durante el día, prestando atención a cómo te sientes, e identificando cómo se manifiestan en el cuerpo. Puedes anotar esos sentimientos en una libreta, sin juicio, sin critica, sin explicaciones, solo permitiéndote tener esta experiencia. Navegando tus Emociones
  1. Aprender técnicas que te ayuden a regularte emocionalmente. Una de ellas es la práctica de la atención plena en el momento presente o Puedes aprender a aceptar tus emociones sin juzgarlas, ni reaccionar impulsivamente.

Con la práctica de Mindfulness generas un cambio en tu mente a través de la plasticidad del cerebro al incorporar nuevos caminos neuronales con respuestas diferentes a la inclinación recurrente en cómo reaccionamos.

Esto requiere de paciencia, bondad con nosotros mismos y trabajo continuo porque cambiar nuestras reacciones no es algo que se haga de un día para otro y mucho menos cuando llevamos toda la vida respondiendo de la misma forma.

4. Practicar ejercicios de respiración. Una práctica regular puede ayudar a calmarte en momentos de estrés o ansiedad para pensar con serenidad.

La respiración es una forma natural que nos permite conectarnos con el aquí, el ahora y con nuestras emociones. Menos estrés general puede ayudar a reducir la intensidad de tus respuestas emocionales. Ejercicios para aprender a manejar el Estrés, el Cansancio y la Ansiedad

5. Incorporar la creatividad. Las emociones fuertes pueden bloquear la capacidad de encontrar soluciones. Una mente nublada no ve opciones ni salidas. Un miedo profundo puede tener un efecto paralizante, conducir a tomar decisiones poco racionales, y quedarse atrapado en pensamientos negativos.

Sin embargo, una mente clara abre las posibilidades de la creatividad convirtiéndose en fuente de inspiración. No hay que pensar en la creatividad como una opción para unos pocos, los artistas, o los que crean algo. Hay que partir del reconocimiento que nosotros mismos somos una creación; lo que significa que somos co-creadores y esto se encuentra impreso en nuestro ADN.

La creatividad se puede despertar y manifestar en muchos campos y disciplinas que pueden ir aplicadas a todas las áreas de la vida. Date permiso de hacer actividades que te permitan explorar tu creatividad.

Pregúntate, qué has querido hacer pero has estado procrastinando. ¿Cantar, escribir, cocinar, crear o mejorar un proceso en tu trabajo, arreglar tu jardín, pintar un mándala, crear una app…?

¡Anímate y da tus pequeños pasos! Y no olvides disfrutar, aprender y ser consciente de las emociones y sensaciones en tu cuerpo.

6. Mover el cuerpo. El movimiento es una excelente alternativa porque despierta alegría y brinda sensación de libertad. Ayuda a albergar pensamientos positivos y aclara la mente. Las personas que les gusta mover su cuerpo irradian alegría y dinamismo. Muévete sin tener un porqué, y examina si hay rigidez en tu cuerpo. Donde hay tensiones acumuladas es donde la energía está estancada y necesitas que fluya. Libérate de Tensiones con Movimiento

7. Escuchar música. Puedes poner música relajante y contemplar la naturaleza o tomarte un té haciendo conciencia de los sonidos a tu alrededor (te sorprenderás al escuchar sonidos que antes no percibías). O puedes poner unas cuantas canciones de tu cantante favorito y por qué no, cantar. De esta forma estimularás la garganta, centro donde se encuentra la expresión y lugar en el que pueden salir las palabras más dulces cuando nos dirigimos a otros.

8. Buscar apoyo emocional cuando sea necesario. Si experimentas emociones que son abrumadoras para ti o presentas dificultades para manejarlas tú mismo, considera la opción de trabajarlas con un profesional.

Apoyarse de expertos y de una comunidad puede tener varios efectos positivos; entre ellos, conocer las mejores herramientas para que puedas desarrollar y cultivar una mayor  comprensión de ti y tus emociones.

Estas prácticas son algunas herramientas para gestionar mejor tus emociones. Se requiere de mucha paciencia, bondad y autoaceptación.

¿Qué actividades llevas a cabo en tu vida? ¡Compárteme, quiero conocer más sobre ti!

 

¿Cómo te Relacionas con tus Emociones?

Descubre tu Estilo de Manejo de Emociones con este Test

Responde este test y considera tus respuestas como una forma de reflexionar sobre cómo abordas tus emociones en diferentes situaciones. Este cuestionario no reemplaza el asesoramiento profesional, pero puede ayudarte a identificar áreas en las que podrías mejorar tu manejo emocional.

Por favor, califica cada afirmación del 1 al 5, donde:

1 = Casi nunca

2 = Ocasionalmente

3 = A veces

4 = Frecuentemente

5 = Casi siempre

Espero que este test* te ayude a reconocer para qué lado de la balanza te inclinas y recuerda que puedes manejar el sesgo de negatividad.

*Este test es solo una guía. No representa ningún diagnóstico.

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