Libérate de Tensiones con estos Ejercicios para Nutrir tu Cuerpo, Mente y Alma

“No hay un solo músculo en el cuerpo sobre el cual no se pueda establecer un control perfecto.”

Swami Vivekananda

 Experimenta uno de los ejercicios más completos, poderosos y energizantes que puedes encontrar usando tu mismo cuerpo. Son una serie de posturas que traen múltiples beneficios en tu vida diaria. No debes ser un experto, solo debes tener el deseo de contribuir con la salud de tu cuerpo y tu mente.

Físicamente te ayuda a ser flexible, contribuyendo al fortalecimiento de los huesos, las articulaciones y los músculos de la espalda y el cuello. También mejora tu sistema digestivo y te ayuda a controlar el peso porque al tratarse de varios movimientos se estimula la quema de grasa. Cada movimiento al tener su propio ritmo respiratorio contribuye a incrementar tu capacidad pulmonar, que a su vez estimula a la memoria y claridad mental.

En el campo emocional, te vigoriza haciéndote sentir más enérgico. Por ello lo ideal sería practicarlo en horas de la mañana pues te servirá como un energizante potencial para comenzar tus días más motivado, empoderado y abierto por la sensación de bienestar que brinda.

Es normal que con la práctica percibas que al combinar la respiración con la secuencia de movimientos, tu corazón se acelera, tu torrente sanguíneo se activa e incluso puedes sentir un poco de fatiga. Pero en la medida que lo vas practicando notarás un mayor control, una mayor concentración en tu vida diaria y lo más importante estarás nutriendo tu cuerpo, tu mente y tu alma en el momento presente.

Se trata de una combinación de 12 movimientos con 7 posturas que relacionaré a continuación:

Primera postura:

Debes estar de pie y con tu columna recta. Une tus manos a la altura de tu corazón, tus pulgares pegados al esternón y en posición de oración para iniciar esta apertura. Puedes tener los ojos abiertos o no, eso depende de cómo te sientas más cómodo.

Segunda postura:

Dirige tus manos y brazos hacia arriba formando un arco tratando de estirarte lo que más puedas, pero sin exagerar. Tu cadera debe irse un poco hacia adelante. Inhala.

Tercera postura:

Con las piernas rectas, en lo posible, debes doblar el resto del cuerpo hacia adelante. Tu frente debe intentar tocar las rodillas y tus manos tocar el piso. En esta postura requerirás de un mayor esfuerzo que las anteriores pero solo llega hasta donde puedas. Con el tiempo irás mejorando. Exhala.

 

Cuarta postura:

Envía tu pierna izquierda hacia atrás y estírala tanto como puedas. En contraparte, dobla tu rodilla derecha y fíjate que la rodilla no sobrepase los dedos del pie. Tu espalda debe estar recta. Inhala.

Quinta postura:

Continúa con las manos apoyadas en el suelo y lleva la pierna que tienes doblada hacia atrás. Ahora tendrá las dos piernas estiradas. Levanta la cadera formando una montaña. Los pies y manos deben estar apoyados sobre el suelo. Exhala.  

Sexta postura:

Ni se inhala, Ni se exhala. Nos quedamos con la exhalación del movimiento anterior. Debes bajar tu cuerpo y apoyar tus pies, rodillas, manos y cabeza. Ahora levanta tu cadera y abdomen.

Septima postura:

Estira tus piernas y abdomen y apóyalos sobre el suelo. Mientras tanto, apoya las manos para sostener tu espalda que formará un arco junto con tu cabeza. Inhala.

Octava postura:

Aquí regresas a la postura de la montaña con las dos piernas estiradas y la cadera apuntando hacia arriba. Los pies y manos deben estar apoyados sobre el suelo. Exhala.

Novena postura:

Deja tu pierna izquierda hacia atrás, estirada tanto como puedas, y dobla tu rodilla derecha. La rodilla doblada queda paralela al talón y no debe sobrepasar los dedos del pie. Tu espalda debe estar recta. Inhala.

Décima postura:

Regresa la pierna izquierda y ponla al lado del pie derecho. Con las piernas rectas debes doblar el resto del cuerpo hacia delante, tu frente debe intentar tocar las rodillas y tus manos tocar el piso. Exhala.

Undécima postura:

Dirige tus manos y brazos hacia arriba. Luego forma un arco tratando de estirarte lo que más puedas, pero sin exagerar. Tu cadera debe irse un poco hacia adelante para facilitar el movimiento. Inhala.

Finalmente:

Regresa a la postura inicial. De pie con tu columna recta y las palmas de las manos unidas a la altura del corazón. Exhala.

Fotos: Luz Amparo Aguirre y Gloria Avellaneda (Profesora de Yoga)

Las anteriores posturas corresponden a un ciclo. Puedes hacer más ciclos si lo deseas.

Para mayores beneficios una vez finalizadas las posturas puedes acostarte para relajarte y experimentar las sensaciones de tu cuerpo.

Espero que disfrutes de la práctica y cuéntame tus resultados.

Nota:

Te recomendamos que tengas cuidado al determinar tu capacidad para hacer los ejercicios de movimiento ofrecidos en esta sesión. Si tiene dudas sobre si estos ejercicios son adecuados para ti o si tienes una lesión o molestia en particular, consulta a tu médico antes de realizar estos movimientos.

Luz Amparo Aguirre

Fundadora

Profesional y Máster en Administración con experiencia laboral en organizaciones de comercio exterior. Consciente de la importancia que tiene el descubrirse uno mismo y encontrarle pasión y sentido a lo que se hace a través del reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza.

Estudiante de temas espirituales desde diferentes tradiciones y practicante de meditación (Mindfulness). Apasionada por la búsqueda constante de respuestas sobre el propósito de la vida, conexiones con el mundo angelical (ATP, AI, y CACR) y practicante de la armonización y del balance del sistema energético del ser humano que da acceso a información valiosa para la salud y el bienestar. Estudios en Ayurveda, Poliedros, Reflexología y Reiki.

Es fundadora de Despierta y Vive Tus Sueños – www.magloireaguirre.com

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